domingo, 25 de marzo de 2018

El escándalo de Cambridge Analytica para la seguridad de la información de usuarios en redes digitales

 Durante marzo de 2017 explotó a nivel internacional un escándalo que en este mismo blog ya se había advertido constantemente y pueden encontrar en las entradas pasadas: la información personal de los usuarios en redes digitales que suele ser utilizada como una poderosa herramienta publicitaria.

¿A qué viene ese comentario introductorio? A que las menciones pasadas acerca de que Facebook es una base de datos mucho más valiosa que las propias agencias de inteligencia, ya que el sitio requiere de un gasto mucho menor en comparación a los recursos de espionaje que las segundas necesitan. Ahí es donde aparece en escena una empresa externa: Cambridge Analytica.


¿Qué es esta compañía? Si tantas notas solo te han confundido lo explicaré, como suele ser costumbre de la forma más digerible posible: se trata de una compañía privada que ofrece a sus clientes que los anuncios generados por ellos lleguen a un segmento de la audiencia muy específico con el objetivo de lograr campañas publicitarías muy exitosas.

Hasta esa descripción todo parece normal e incluso bastante común en esta clase de empresas. El escándalo se suscitó cuando se descubrió que a través del uso de aplicaciones externas esta compañía accedió a los datos personales de usuarios de Facebook para publicidad política, como se ha probado que sucedió en la campaña presidencial de Donald Trump.


El revuelo aumentó cuando se descubrió que en la lista de clientes se encontraban gobiernos de Latinoamérica, Europa y Asia haciendo pensar que probablemente muchas de las campañas proselitistas fueron promovidas hacía usuarios específicos basados en las preferencias de material que ellos decidieron seguir a través de las fanpages.

Rápidamente a esta filtración el dueño de Facebook Mark Elliot Zuckerberg se disculpó y anunció la implementación de nuevas medidas de protección para evitar que otras empresas vuelvan a usar con fines maliciosos la enorme base de datos que nosotros mismos le hemos proporcionado voluntariamente al sitio.

La reflexión ante esta noticia es necesaria, antes de la legislación internacional o de los gobiernos locales se requiere urgentemente una racionalización en la difusión de información personal por parte de los usuarios.

domingo, 11 de marzo de 2018

33 millones de usuarios víctimas del cibercrimen en México: Symantec

El cibercrimen ha multiplicado sus alcances, gravedad, modalidades e impacto en los últimos 5 años hasta llegar a niveles de competencia directa contra la delincuencia tradicional del crimen organizado que hasta la década pasada había sido la predominante en ganancias económicas durante más de 2 siglos a nivel mundial.

Curiosamente la sensación de importancia respecto al cibercrimen por la mayoría de sociedades suele ser como un tema de poca relevancia y considerado como una problemática futura que en este momento debe dejarse de lado y ser atendido después de delitos "más importantes".


Dicha percepción no puede ser más errónea, en pleno 2018 seguir buscando convencer no solo a la sociedad, sino a las propias autoridades la importancia de invertir en investigación y desarrollo de métodos preventivos contra el cibercrimen.

Afirmar algo tan notorio requiere de fuentes confiables y a pesar de que existen numerosas estadísticas para sostenerlo, el tema de la entrada y la brevedad de este blog hará que me enfoque específicamente en lo que Symantec México en palabras de Víctor Medina, consultor de la empresa de ciberseguridad ha mostrado:

  • Aproximadamente 33 millones de mexicanos han sido víctimas directas o indirectas del cibercrimen de enero a diciembre de 2017.
  • Ataques internacionales como el WannaCry afectaron notoriamente en México
  • El costo de pérdida total fue alrededor de 7,000,000,700 de dólares.
¿Qué nos dice esto? Que en la actualidad las empresas se verán obligadas a revolucionar su sistema de prevención de pérdidas hacía la toma de medidas mucho más actualizadas para incluir a la ciberseguridad entre estas.


¿Puede la Cibercriminología tener participación preponderante en este escenario? Definitivamente, en experiencia personal la investigación digital de sus activos se convierte en una propuesta cada vez más frecuentemente aceptada, así como de las menciones en distintos sitio telemáticos hacía la empresa, enfocándose en aquellas donde pueden existir recomendaciones de cómo delinquir hacía esta.

El papel del cibercriminólogo es cada vez más extenso, ahora depende a los propios egresados prepararse y saber colocarse laboralmente.