La piratería existe aún antes del nacimiento de la computación, es una respuesta natural del ser humano que se origina por diversos factores frente a una versión "oficial" que aspira a ser la única.
No obstante, en la actualidad, en un mundo donde los sistemas computacionales ocupan buena parte o incluso la mayor parte de la vida de billones de seres humanos en el mundo, la piratería ha sido adoptada como una práctica común donde muy cerca del 100% de usuarios frecuentes de internet han utilizado programas no legítimos distintos al fabricante.
Es en este tenor donde las aplicaciones han sustituido decenas de actividades diarias, también han ido encontrando sus propias versiones apócrifas; algunas que eliminan la opción de pago por su uso y otras que, en el caso de que sean gratuitas ofrecen mayores opciones y herramientas que la aplicación original. Tal es el caso de Whatsapp, la mayor plataforma de mensajería instantánea de la actualidad en el mundo occidental. Esta herramienta es una de las que mayores alternativas no oficiales exitosas ha desarrollado, algunas de ellas muy peligrosas.
Entre estas populares versiones se encuentran el Whatsapp "Gold", Black" y "Blue", cada uno con distintas herramientas que permiten tomar ventajas sobre la privacidad del Whatsapp oficial, razón por la cual han sido millones de usuarios que se han arriesgado a instalar la aplicación en estos móviles, pero ¿qué consecuencias han traído para quienes cuentan con este software?
Naturalmente la exposición al malware se incrementa notoriamente al utilizar software desarrollado por terceros sin autorización, ya que incluso la aplicación oficial ha tenido problemas de vulnerabilidades y polémicas con el uso de datos de sus usuarios, esta situación se agrava al no haber regulaciones claras cuando un desarrollador es desconocido en el medio.
Entre las consecuencias que ya se han registrado oficialmente entre las víctimas de estos programas, han sido principalmente el spyware, es decir un malware cuya función es espiar en tiempo real información que el usuario comparte, comprometiendo crucialmente su privacidad; otro malware bastante común han sido los keyloggers los cuales son capaces de registrar cada palabra escrita para tener acceso a contraseñas y credenciales escritas en el dispositivo.
Ahora, en una de las versiones más recientes se ha popularizado el "Whatsapp Pink", el cual es particularmente más riesgoso que algunas de las opciones más populares de esta plataforma.
La razón, es que se ha confirmado que varias APKs contienen un malware muy agresivo que está específicamente dirigido hacía aplicaciones bancarias y de pago, con el propósito de realizar cargos no reconocidos o transferencias hacía cuentas internacionales. Si bien algunas instituciones bancarias cuentas con factores de autenticación, algunos malware son capaces de acceder (de acuerdo a los permisos otorgados) a los SMS o a la sección de llamadas, obteniendo así códigos por distintas vías, autorizandose ellos mismos las transacciones.
Esta es una de las mecánicas de ataque que se encuentran específicamente detalladas y esto permite alertar adecuadamente a cada usuario sobre la exposición a la que se enfrenta al hacer uso de este tipo de contenido.