Por razones no muy claras, aunque podemos inferir a que resulta una de las actividades con mayor cobertura de los medios de comunicación y sus consecuencias pueden derivar en altos costos para sus víctimas, el grooming se convirtió en el tema preferido para los criminólogos al incursionar en el área de Cibercriminología. Esto no es una señalización negativa o criticable, simplemente se describe un hecho que sucede con frecuencia y debe tenerse en cuenta por los próximos colegas que buscan temas de investigación.
¿Qué es el Grooming?
Algunos autores lo han castellanizado como <<ciberacoso>> aunque para las discusiones conceptuales el ciberacoso puede igualmente relacionarse al tema de cyberbullying o al del trolling abriendo un debate importante si debemos mantener los cibercrímenes en su concepción anglosajona original o darle una traducción que puede generar ambigüedad.
Pasando a un concepto personal el grooming es el acto de acercamiento haciendo uso de recursos digitales por parte de un adulto hacía un menor de edad, con el interés de generar material de contenido sexual (el cual erróneamente la generalidad lo ha interpretado como fotos exclusivamente, cuando este puede incluir textos, mensajes de voz, dibujos o imágenes ajenas a las 2 personas involucradas).
¿Qué hacer?
Hay individuos, principalmente los pertenecientes a colectivos digitales que realizan redadas virtuales con el objetivo de exponer a los groomers (individuos que se dedican al grooming) sin embargo esto solo ha ocasionado que sean más hostiles en sus métodos de interacción y aprendan a programar para contraatacar con diferentes tipos de virus.
Lo adecuado inicialmente es hablarle a padres de familia y menores de edad sobre las fases de este fenómeno, incluso el ejercicio puede ser divertido e interesante para ellos si los invitamos a identificar las fases de manera lúdica como juegos de investigación, al mismo tiempo se estarán preparando para prestar más atención en las conversaciones con desconocidos.
Recomendaciones a criminólogos
A nivel México y partes de Latinoamérica cometemos un craso error en todas las áreas científicas: importar los conocimientos y en algunos casos usar el comúnmente adjetivo de "tropicalización" para obtener resultados adecuados a la zona en lugar de realizar metodologías precisas para las características del fenómeno a estudiar.
Sin ahondar más en un problema de enfoque e ideológico que converge a todos los campos del conocimiento se le sugiere a los criminólogos realizar una aproximación en elementos culturales como el lenguaje, analizando regionalismos, expresiones y palabras más repetidas en países específicos; examinar rasgos como la preferencia de las víctimas y si existen sitios de reunión e interacción del cibercriminal para verificar la veracidad de estos y tener contenido suficiente para hacerlo llegar a las autoridades.
De esta forma estaremos realizando un auténtico trabajo de innovación contribuyendo con investigaciones propias y generando nuevo conocimiento más allá de replicar el ya existente en monografías.
Existen más herramientas de investigación que se irán adicionando en distintas entradas del presente blog, mientras tanto esperamos sea una adecuada introducción para mostrar el complejo campo de la Cibercriminología.
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