martes, 31 de enero de 2017

El internet de las cosas (IoT) y la cibercriminalidad del 2017

En el último par de años el concepto <<internet de las cosas>> ha comenzado a usarse con mucha frecuencia sin comprender exactamente por la sociedad lo que es, debido a las complejas respuestas técnicas proporcionadas por muchos ingenieros.

La comprensión a diferencia de otros conceptos, en este caso es muy simple: podemos referirnos al <<Internet of Things (IoT)>> como la conexión de dispositivos de uso cotidiano a internet con el objetivo de amplificar sus funciones, aunque esta conexión no sea indispensable para su funcionamiento primario (a diferencia de los equipos de cómputo, donde sin conexión a internet su utilidad se ve ampliamente limitada).

De esta manera encontramos que objetos tan extraños como cafeteras o tostadoras hasta sistemas tan importantes para las actividades humanas como los de iluminación ya pueden estar equipados con opciones de conexión a la red para ser controlados a la distancia o programar su funcionamiento.



Hasta ahora este escenario que se acerca cada vez más a las visiones futuristas cinematográficas de los 80´s e inicios de los 90´s parece una enorme ventaja para la agitada (y al mismo tiempo sedentaria) vida de las personas dedicadas en la mayor parte de su tiempo al trabajo.

Pero la razón de introducir este tema en el blog naturalmente responde a cuestiones de seguridad y no solo de advertir los peligros del uso de estos dispositivos, sino recordar que en el pasado 21 de octubre de 2016 se registró el ataque de mayor dimensión en este rubro, afectando también a servicios de streaming y de cuentas digitales.

¿Por qué el internet de las cosas se convertirá en la forma de cibercriminalidad con mayor crecimiento en este 2017?

La respuesta asombra por su simpleza: ¿qué clase de seguridad puede tener la conexión de una cafetera? La respuesta (innecesaria ya que fue una pregunta retórica) esconde la razón por la cual miles de cibercriminales prefieren acceder a esta clase de dispositivos para obtener cosas tan simples como la clave wi-fi y hacer uso de ella en la forma como les plazca o incluso espiar a través de estos a todos los habitantes de un domicilio, constituyendo no solo la pérdida de la privacidad en un espacio íntimo sino una enorme grieta de seguridad que puede terminar con el daño a la integridad o situación económica de una familia entera.

Se recomienda no ser parte de este boom tecnológico y adquirir únicamente dispositivos con conexión a internet cuando sean esenciales y de tener uno de ellos no acceder a esta función e incluso de acceder a ella no dejarla de forma permanente conectada.

Es probable que los fabricantes ya estudien medidas de seguridad para encriptar la información recibida y sea más complejo poder obtenerla, mientras tanto la prevención corre enteramente a cargo del usuario final.



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