En ocasiones como estas. donde las entradas llegan a repetir un mismo tema tomando una nueva linea de discusión es necesario retomar algunos comentarios de entradas pasadas y en una ocasión ya se había mencionado lo esencial de poner atención a aquellos espacios digitales donde los terroristas atraen mentes influenciables para animarlos a unirse a sus filas, más allá de un sentido material hablo de un sentido ideológico.
La contextualización es otro elemento fundamental para los lectores que se encuentren con estos textos en un futuro, por lo que hago hincapié que el presente texto se desarrolla unos pocos días después del atentado en Manchester posterior al concierto de Ariana Grande y solo unas horas después de que ocurrieran al menos 3 ataques simultáneos con armas ligeras punzocortantes en Londres causando víctimas mortales.
Retomando el tema principal, resulta muy difícil para la sociedad en general imaginarse a los grupos terroristas como una idea distinta a una subcultura radical, de origen árabe financiados por empresarios afines a este radicalismo y con planes que han sido preparados con años de anticipación ¿esto realmente ocurre? Definitivamente, pero no es la única actividad distintiva de los últimos años, donde Occidente o más específicamente los países reconocidos por las ideologías más corrientes como <<primermundistas>> se han visto vulnerados de la misma forma que otros territorios donde históricamente han existido atentados de manera frecuente.
Considerando que estas son microentradas y el nivel de discusión en las mismas no debe exagerar su complejidad para hacerlo entendible a la mayor cantidad de visitantes posibles me refiero a que los modelos de acercamiento han encontrado una proliferación en los sitios digitales, desde foros, blogs, sitios webs hasta las malconocidas <<redes sociales>> (llamadas personalmente como sitios telemáticos).
En décadas pasadas antropólogos, psicólogos, sociólogos entre otras carreras con investigadores interesados en la manipulación ideológica se habían enfocado en estudiar en Occidente a grupos sectarios, generalmente ligados a creencias metafísicas pero con una mayor tendencia al aislamiento que a la antisocialidad.
En la actualidad esto puede cambiar y aún se está a tiempo de crear lineas de investigación lo suficientemente profundas para identificar la forma de atracción a través de elementos muy específicos como los discursos, el material audiovisual y las ofertas que han generado una fascinación creciente entre jóvenes occidentales que están dispuestos a perpetrar ataques en su propio país, lejos de tener origen árabe o haber crecido en regímenes totalitarios.
Un campo de incursión con mucho terreno para crear nuevo conocimiento y modelos preventivos efectivos contra los popularmente llamados <<lobos solitarios>>.
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