Para muchos especialistas en ciberseguridad mencionarles que hay gente que aún no cubre las cámaras y micrófonos de sus laptops es algo surrealista y si les explicáramos que en realidad esto es algo que no hace la mayoría de usuarios es algo tan anacrónico como sorprendente.
¿Son conscientes de que el espionaje vía webcam es un cibercrimen tan frecuente que existen foros enteros dedicados a subir fotos o enlaces de trasmisiones obtenidas de forma ilegal?
Además la creencia de que la cámara únicamente está activa cuando la luz indicadora está encendida es otra de las desventajas que favorece que existan más víctimas sin saber que están siendo videograbadas. Incluso es muy común que esto de pie a otra clase de cibercrímenes mucho más graves cuando los cibercriminales deciden contactar a la víctima (generalmente con las fotos que ellos le tomaron sin su consentimiento para generar un enorme efecto de intimidación).
Los casos han sucedido con tanta frecuencia que incluso ya existen empresas dedicadas a fabricar cubiertas que tapan todo el ángulo de visión del lente mientras estas no están siendo usadas.
En menor medida los micrófonos también suelen ser activados, aunque estos generalmente complementan las imágenes de las cámaras ya que resulta más complicado obtener únicamente audios y que estos sean considerados como un peligro para las víctimas, por lo que es común que solo sean cubiertos con cinta adhesiva para disminuir la capacidad de grabación.
Aún queda otra laguna muy grande a cubrir y me refiero a los smartphones, ya que suelen ser utilizados en mayores ocasiones que los ordenadores portátiles incluyendo la cámara, por lo que cubrirla puede representar una verdadera molestia especialmente a quienes gustan de tomarse selfies continuamente.
Sin embargo es una medida preventiva que debe tomarse en consideración, recordando que este es el fin primario del presente blog.
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