viernes, 5 de enero de 2018

La justificada valoración de Black Mirror y su referencia a la actualidad

Cuando la serie Black Mirror vio la luz, rápidamente se convirtió en un material perturbador y con giros que daban más estrés pero emoción a sus espectadores, sin embargo la escasa cantidad de episodios emitidos generaban ciertas dudas sobre la calidad real frente a otras series, además de que no era tan popular fuera de su país de origen.

Posteriormente los derechos fueron adquiridos por Netflix y con la reputación de originalidad (en ocasiones sobredimensionada) que le caracteriza se le otorgó un presupuesto y la posibilidad de desarrollar más capítulos para una tercera temporada.

En la actualidad, justo a unos días posteriores a estrenarse la cuarta temporada y convertida (o en una inminente carrera a hacerlo) en una serie de culto que será alabada durante décadas esta entrada se detiene a mencionar algo muy importante:


Prácticamente todos los críticos y el público en general hablan de que esta serie trata sobre un futuro pesimista -no muy lejano en algunos casos- del cual seremos parte frente al descontrolado desarrollo tecnológico.

Pero ¿qué pasa si el futuro ya llegó? Hay un capítulo cuya trama puede transcurrir tranquilamente el día de hoy y con la experiencia adquirida en años de investigación en cibercriminalidad se puede aseverar que en realidad ese caso ya ha sucedido miles de ocasiones alrededor del mundo.

Hablo del capítulo <<Shut up and dance>> (cállate y baila).



Evitando hacer spoilers a quienes no la han visto y planeen hacerlo, más allá de una extensiva sinopsis a la oficial el tema manejado e incluso la historia específica (o historias que convergen en este título) no presenta algún elemento futurista y el malware, así como el hacktivismo radical ahí presentado es una constante en la actualidad.

Es importante mencionar que existen grupos (y no hablo del multicitado anonymous) con ideologías muy extremas sobre el castigo a ciertos cibercriminales, o usuarios que aprovechan algunos servicios digitales ilegales para cometer delitos que popularmente generan un enorme rechazo social. Logrando así una división social entre el apoyo y la crítica a sus métodos.

Por esta razón, se puede considerar (al menos personalmente) a <<shut up and dance>> el capítulo más realista hecho por esta serie hasta la fecha, con un dramático giro que demuestra no solo que en el ciberespacio los buenos y malos no se encuentran tan bien definidos, siendo la mayoría de internautas un espacio gris de cuestionamientos.

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